Es evidente que la innovación es imprescindible en las empresas. Sin innovación no hay mejora. Y sin mejora el cliente acaba abandonándote.
Por tanto, es fundamental crear unas condiciones laborales que fomenten la innovación.
Desde mi punto de vista innovación es sinónimo de creatividad. Y los expertos ya empiezan a tener muy claro qué condiciones fomentan la creatividad.
Para crear hay que estar inspirado. Y la inspiración requiere de un ambiente determinado. Está claro que un entorno estresante no fomenta la inspiración. Yo mismo he podido comprobar como muchas de las mejores ideas que he tenido han surgido mientras paseaba, dormía o corría (la Universidad de Cambridge ha demostrado que mientras corremos generamos neuronas).
Los neurocientíficos indican que la inspiración requiere que la mente esté dispersa. La focalización del pensamiento, la atención en algo en concreto, no ayuda a que surja la inspiración y la creatividad. Y este estado es en el que mayoritariamente estamos mientras trabajamos.
Nuestra mente debe estar relajada y dispersa para que se produzca el diálogo mental que acaba desencadenando esa idea innovadora.
Pero a la vez, la mente debe estar despierta. Cuando llevas quince días de vacaciones en estado vegetativo estirado en la playa y bebiendo un mojito tras otro, aunque estás relajado, difícilmente surge la inspiración.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es una obligación que en las empresas generemos entornos de trabajo similares a los que se tienen cuando corres, paseas o duermes. Por supuesto, no se trata de pasarnos el día realizando alguna de estas tres actividades. Pero en determinados momentos es necesario crear un entorno similar al de estas actividades.
Los expertos también nos dejan muy claro que para que emerja la creatividad hemos de estar realizando una tarea en la que encajemos y por la que sintamos pasión. Pero eso no es suficiente. Es fundamental que además nos esforcemos, seamos disciplinados y apliquemos las técnicas y herramientas que tenemos a nuestra disposición.
Muchos (o algunos) estaréis de acuerdo. Pero ahora llega lo más complicado: llevar esta idea a la práctica.
Tenemos casos de empresas en las que se fomenta realizar deporte dentro del horario laboral. Otras en las que se habilitan espacios de ocio. Pero me gustaría conocer tu opinión. ¿Tú cómo lo has hecho o lo harías?.
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