El que piense que voy a exponer las dificultades que cada día tenemos los emprendedores ya puede dejar de leer. Es cierto que ser emprendedor significa superar las barreras con las que nos encontramos cada día y que hablar sobre esto últimamente vende mucho. Pero no, en este artículo NO voy a explicar las dificultades de conseguir financiación ni lo difícil que es montar un equipo A. En “El periplo del Emprendedor” voy a dejar de lado las quejas de los emprendedores (como decía un ex-jefe mío: “al trabajo hay que llegar llorado de casa“) y me voy a centrar en un aspecto del emprendedor que, desde mi punto de vista, es mucho más interesante.
La herencia
Desde muy pequeño he tenido claro que los grandes logros requieren de mucho esfuerzo. Lo realmente valioso no se consigue rápidamente. Y los años me han confirmado que la lección que me transmitieron mis padres es muy cierta.
Esta visión de la vida me ha hecho entender que tanto o más importante que el objetivo, es el viaje que te va a llevar a él.
Sin duda, esta forma de pensar me ha sido muy útil tanto en mi faceta emprendedora como en mi principal afición (llevo más de 30 años corriendo largas distancias).
He entendido que emprender, acometer un objetivo, significa embarcarse en un viaje que va a ser difícil, largo y peligroso pero cuya recompensa va a valer la pena. Y no me refiero sólo a la recompensa económica, sino a todo aquello que vas a experimentar y aprender durante ese viaje.
El monomito o periplo del héroe
Disfruto viendo charlas TED y sigo un podcast que hace una versión radiofónica de temáticas que se tratan en diversas charlas TED. Mientras corría, hace unas semanas, escuché un programa que hablaba sobre The Hero’s Journey (El periplo del héroe). Conforme iba escuchando el programa y descubría este patrón definido por Joseph Campbell veía un paralelismo brutal con lo que significa para mí ser emprendedor.
Se trata de un término acuñado por este antropólogo y mitólogo estadounidense con el que define el modelo básico de muchos relatos épicos de todo el mundo. Y no sólo relatos históricos siguen este patrón, obras como Start Wars o El Señor de los Anillos también siguen la estructura del también llamado Monomito.
Y creo que emprender también sigue esta estructura y comparte muchos de los aspectos que caracterizan este periplo.
Fases y etapas de El periplo del Emprendedor
El periplo tiene tres grandes fases que son la salida, la iniciación y el regreso, y que se subdividen en diecisiete etapas.
La salida
- La llamada a la aventura: todo emprendedor lleva una vida aparentemente “normal” hasta que un día siente la “llamada” del emprendimiento. Como en el monomito, el emprendedor puede iniciar su andadura de manera voluntaria o empujado por las circunstancias.
- El rechazo de la llamada: pese a sentir esa llamada, el emprendedor puede rechazarla inicialmente debido al miedo, inseguridad o cualquier otro freno que la naturaleza humana genera ante un viaje hacia lo desconocido. Pero si realmente la persona siente una potente llamada esos miedos se superarán y seguirán avanzando.
- La ayuda sobrenatural: el emprendedor, en muchas ocasiones, descubre a un tutor que le ayudará a recorrer este viaje dándole sabios consejos, herramientas y protección. Este papel lo juegan hoy en día los mentores y las incubadoras.
- El cruce del primer umbral: esa persona normal se convierte en emprendedor cuando da el salto, sale de su zona de confort y empieza a trabajar a full-time para su proyecto adentrándose en un mundo desconocido para él.
- El vientre de la ballena: representa la metamorfosis que toda persona sufre cuando se convierte en emprendedor. Tu forma de ver la vida y entender el trabajo cambia radicalmente y empiezas a notar que piensas “diferente” a los demás. Esta sensación provoca que tiendas a reunirte con otros emprendedores y compruebes que esta metamorfosis no es algo que sólo sufres tú. No eres un loco predicando en medio del desierto. Ves que eres diferente, que has cambiado, pero hay más gente como tú.
La iniciación
- Las distintas pruebas: una vez estás inmerso en tu proyecto empiezas a encontrarte con múltiples problemas que debes ir superando. En muchos casos, las lecciones y herramientas suministradas por el mentor son de gran ayuda para superar esta hazaña “sobrehumana”.
- La mujer como tentadora: todo emprendedor se enfrenta a tentaciones, más o menos banales, que le pueden llevar a abandonar o desviarse de su camino. Un salario mejor, mayor calidad de vida, menos horas de trabajo son algunas de las tentaciones que hacen que el emprendedor pueda abandonar este viaje.
- El encuentro con la Diosa: cuando el emprendedor ha superado todas las barreras, el héroe encuentra el éxito. Un encuentro que enamora al emprendedor y que le hace sentir todopoderoso. Este sentimiento de éxito y poder que se siente cuando, después de mucho esfuerzo, alcanzas lo que tanto has deseado.
- La expiación con el padre: el emprendedor ve como su visión se convierte en realidad. Alcanza el punto por el que tanto ha estado esforzándose y entiende que todo lo sucedido ha valido la pena.
- La apoteosis: tras el éxito el emprendedor disfruta de un periodo de descanso, paz y plenitud previa a la vuelta al punto de salida. El emprendedor sabe que su carácter no le va a permitir quedarse en ese punto y, por tanto, deberá volver al punto de inicio para empezar un nuevo viaje.
- El don final: en este viaje el emprendedor acaba adquiriendo un don, en forma de conocimiento, que es el objetivo de la misión. Este don, este poder, es el que le da la reputación en el mundo emprendedor y por el que tanto se ha esforzado.
El regreso
- La negativa a regresar: el emprendedor puede oponerse a volver al mundo ordinario y compartir su don con el resto. El periplo del Emprendedor requiere que éste vuelva con el resto de la sociedad y comparta su conocimiento.
- El vuelo mágico: en ocasiones el emprendedor debe escapar con su conocimiento. Los que le han ayudado (mentores, inversores y nuevos propietarios de la empresa) pueden intentar impedirle que se vaya. Este regreso, conocido en el periplo como “vuelo mágico”, puede ser tan aventurero y peligroso como fue el viaje.
- El rescate del exterior: al igual que necesitó mentores que le ayudaron en el proyecto, puede necesitar de otras personas con experiencia que le ayuden a retomar su vida.
- El cruce del umbral de retorno: finalmente el emprendedor vuelve a retomar su vida y comparte la sabiduría adquirida. Un ejemplo perfecto para esto son los emprendedores que forman parte de Seedrocket y ayudan a compartir su conocimiento con el resto de emprendedores.
- El maestro de los dos mundos: todo lo aprendido la ayuda a vivir una nueva vida donde lo interior pasa a un plano más importante. Esto se da en muchos emprendedores, los cuales empiezan a cultivar más su cuerpo y su mente.
- La libertad para vivir: la experiencia vivida hace que el emprendedor empiece a vivir más el momento y adopte una visión donde no le preocupe la incertidumbre del futuro. El monomito lo describe como dejar de temer a la muerte (empresarial) y tener libertad para vivir el presente.
¿Eres emprendedor y has pasado por estas etapas?. ¿Qué opinas?. ¿En tu vida también ves reflejado en el periplo del Emprendedor?

CMO en Billin.net – CMO B2B SaaS. Experto en marketing y ventas B2B para plataformas SaaS. Gestionando equipos multiculturales e internacionales durante más de 10 años. Fundador y CEO en diversas startups. Persona emprendedora, orientada a resultados y con un profundo conocimiento del sector tecnológico. Acostumbrado a trabajar bajo presión y asumiendo alto riesgo.
Que buen post!
Yo me encuentro en la etapa de inicio. Tengo la idea de una App para smartphone que es innovadora, aunque no soy desarrollador, la estoy tratando de llevar adelante. No ha sido fácil. La tengo diseñada en sus pantallas y he realizado todos los diseños en U.M.L. que es construirla en planos. (tuve que aprender de eso). Aun no sé si se puede patentar.
En ese lapso he estado contactando a CEO y cofundadores en EEUU. pero eso marcha lento, ya que la única forma de contacto que uso es in y dependo de que acepten el contacto y respondan mi correo en que les insto a que acepten mostrarle la App.
No sé si es lo correcto, para mi que no tengo los recursos para su desarrollo, me parece justo, ya que con sus recursos financieros, un cofundador se convertiría en socio de una App que no ha sido construida y que tiene un gran alcance. Es global.
Como estoy decidido a llevarla a cabo, creo que después podré contar de las dificultades que hube de flanquear y las barreras técnicas e idiomáticas que sobrepasé, pero esa será otra historia. Por el momento sigo buscando un cofundador.
¡Gracias Rodrigo! Espero que encuentres ese cofundador que necesitas para lanzar tu startup. Te recomiendo que vayas a eventos de emprendedores y desarrolladores, allí puedes encontrar a la persona que estás buscando.
Si me pasas más datos del proyecto (a podcast@alejandrocastellano.com), puedo lanzar tu propuesta a toda la audiencia del podcast.
Saludos!