Emprender es duro. Muy duro. La Vanguardia publica hoy una entrevista en la que varios emprendedores compartimos las experiencias más duras que hemos sufrido. A continuación mi experiencia:
Alejandro Castellano, 40 años, vendía politonos. “Y en el 2010, cuando llegaron los smartphones, vimos que teníamos que pasar a las apps. Montamos Ohlalapps. Al Ministerio de Industria le pareció muy innovador y nos prestó 700.000 euros, reunimos otros 300.000, estuvimos un año y medio programando, pensábamos que nos desbordarían las peticiones, metí todo lo que tenía, puse mi vida en juego… Y los clientes no llegaron. En el desierto, el apoyo de la familia es fundamental. Renuncié a mi sueldo durante dos años. Mi socio, mi amigo de la universidad, decidió dejarlo. Despedimos gente, gente muy válida… A mí siempre me había ido todo bien, nunca me había visto contra las cuerdas… Y le di vueltas y más vueltas a la idea, porque yo estaba convencido de que era buena. Me di cuenta de que en verdad mis clientes no tenían que ser las empresas, sino las agencias de marketing. Afinamos la idea. Ahora tenemos clientes en doce países, ganamos el premio a la mejor empresa española de aplicaciones móviles Eshow. Fue en el 2013. Entonces no teníamos dinero ni para ir a buscar el premio a Madrid, pero ya estábamos remontando…”.
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CMO en Billin.net – CMO B2B SaaS. Experto en marketing y ventas B2B para plataformas SaaS. Gestionando equipos multiculturales e internacionales durante más de 10 años. Fundador y CEO en diversas startups. Persona emprendedora, orientada a resultados y con un profundo conocimiento del sector tecnológico. Acostumbrado a trabajar bajo presión y asumiendo alto riesgo.
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